Mis Adorables Y Odiadas Maletas Rojas...

Me había quedado sin trabajo en la empresa de trenes de larga distancia donde ocupaba el puesto de azafata en los trenes que hacían ruta Galicia-Bilbao-Asturias. Había sido un año bastante difícil y anhelaba con todo mi corazón regresar a Mi país;No tenia dinero ni manera de como conseguirlo, tampoco quería pedírselo a Mr. P. Porque según él no le iba muy bien en el trabajo y nuestra relación ¨amistosa¨ se había convertido en una guerra en la que tratábamos de convencernos de que la ruptura había sido lo mejor para ambos . Con Roger, estaba pasando un bache y lo que mas necesitaba en ese momento era alejarme de los líos amorosos y estar al lado de mi familia. Necesitaba recobrar fuerzas y pensé que viendo la realidad de mi país y la situación familiar me haría darme cuenta que aun no había avanzado ni la mitad del camino y que debía continuar en España para conseguir mis objetivos.

Por medio de un contacto de candela logre conseguir un préstamo, no muy lícito pero, al fin y al cabo tenia el dinero; compre el billete y algunos regalos, estaba emocionada y nerviosa a l mismo tiempo, y la posibilidad de coincidir con Mr. P. Me atemorizaba aun mas. Regresar con él no estaba en mis planes pero era débil y seguía teniendo poder sobre mi. Corrí a la tienda de chinos comúnmente conocidas por nombres como¨ Tot a 100 ( pesetas)¨, ¨Los 20 Duros¨ , ¨El Ching Chang¨ y otros cuya pronunciación eran parecidos al sonido de latas de metal rebotando contra el piso. Necesitaba dos maletas grandes en tamaño y pequeñas en precio... Miraba con curiosidad la infinita variedad de artículos e imitaciones de marcas de zapatos, carteras, accesorios ect. y es que en realidad estos chinos son capaces de falsificar al mismo Buda si hace falta! y entonces en medio de mis absurdos análisis sobre marketing chino ví aquellas maletas rojas con sus distintivos detalles Made in China, de tamaño desproporcionado y con su ruedas de plásticos que cambian de sonidos con las diferentes superficie tan ruidosas que llega hacer bastante irritable aun así, mi corto presupuesto no alcanzo para comprarme una mejores como hubiera deseado y emprendí el viaje al día siguiente.

A los pocos días de volver de RD y no hizo falta desempacar mi maletas rojas, cambiaba de casa otra vez. Pase un periodo de dos meses en una habitación alquilada detrás de la que había vivido antes. buscaba empleo desesperadamente, mi reserva se agotaba y mis nuevas compañeras de piso dos hermanas exageradamente insoportables! La mayor: una loca fanática cristiana que no podía existir en el infierno ser mas despreciable, mezquino y malévolo y la otra demasiado bohemia, vulgar y prepotente para ser de mi cofradía así que necesitaba aumentar mis ingresos para escapar cuanto antes de aquel circo porque mi paciencia se agotaba y terminaría flagelando a la cristiana y ahogando en vino a la loca promiscua ( Así soy de Radical).

He cambiado de casa algunas Mmmm.. 10 veces!Increíble pero cierto, tengo complejo de nómada y en cada casa he tenido que aprender a convivir con cada personaje, fiestas locas, pasiones desatada, mezquinos, egoístas, celosos, viciosos, ruidosas etc.. Y en lo personal he aprendido bastante sobre la patología humana sin necesidad de leerme libros de 500 paginas y coleccionista de historias ajenas y guardián de secretos oscuros y en cada casa mi adoradas y odiadas maletas roja fieles testigos de cada vivencia

Me pregunto si alguna vez tendré el valor de tirar mis maletas rojas? No,.Pienso que son mis únicas amigas leales, que nunca me dejaran aunque no tenga dinero ni donde vivir, nunca me me echaran a un lado porque tengan un ¨nuevo amor¨que se las folle bien, también he pensado alguna vez que quizás son un amuleto de mala suerte o tal vez solo compañeras de viajes que me acompañan hasta un lugar donde realmente me sienta como en casa. Llegaran conmigo a un espacio donde nunca tendré que irme y muchos menos donde nadie tenga que echarme por celos o envidia, Mis adorables maletas rojas!! Cuantas historias juntas. Un día viviré en una casa preciosa donde pueda poner mis cojines de lentejuela o de verde combinados con fucsia y colgare mis cuadros de warhol y encenderé mis lámparas chinas que no hacen juego con la decoración y cuando Eso pase..Entonces, guardare mis maletas rojas en el diván...


...Nahhh! Las tirare a la basura junto con los malos recuerdos.